Cada tanto tengo tiempo
De escribir algunos versos
Y lo hago despacito
Casi siempre sin quererlo.
Cada tanto yo me siento
Delante de algún papel,
Escribiendo para abajo
En cadencias desgranadas
Versos que sólo hacen ruido
Hablándome de pavadas,
Mientras creo en los encuentros
Con tus miradas cansadas,
Ya muy lejos del recuerdo
Que me hacen la bondad
De esculpirme en el oído
Las palabras cadenciosas
De la vida que me arrastra.
Y los pienso poco y nada
Tejiendo una enredadera
Con las cosas que me pasan
En caminos sin regresos,
Dando vueltas suavemente
Siempre en torno de lo mismo.
Cuando escribo estoy tranquila,
Historias con disparates
De cosas que no me pasan
Pero ayudan al vaivén
De la cadencia de ritmos
Que van cubriendo el papel.
Pajaritos de juguete
Que recorto de la nada
En cartulinas cuadradas
Que volarían al cielo
Llevándose al viento
Mi palabra que se va,
Y que buscaban sin verlos
Los colores de un clavel,
Una pena que no falta
Y un amigo de verdad.
Por ahora me retiro,
Siento el tiempo en mí pasar
Al irme poniendo vieja,
Y me voy a caminar
Hasta el hueco de las manos
De la gente que me escucha
Si me hace falta llorar.
Encuentros con la excusa
De ver de reojo
Lo que nunca quise
Ni quiero ver más.
Muchas veces me lo dicen
Pero no presto atención
Sin ver ni sentir mi cuerpo,
Sólo ver a los demás.
Mientras tanto, casi nada
Se ha movido alrededor,
Sólo el tiempo y la birome
Con mi mano en un temblor.