Amala, que tú la escogiste
como escogió el tórtolo a su compañera,
quiérela todos los días
como si cada día fuera el ultimo día,
quédate con ella el domingo,
quédate con ella todos los días de tu vida.
Desbórdala de felicidad,
No la llames,
No la despiertes,
Ponte de pie y prepárale un café con dulzura,
llévaselo a la cama acompañado de mucho amor,
déjala dormir, puede que esté soñando contigo,
Recuerda que la escogiste y la hiciste tu compañera.
No le dejes notas,
dale besos y abrazos apasionados,
aunque no haya despertado,
susúrrale al oído con amor
que vas de ciclo paseo
pero volverás.
Y cuando vuelvas… tráele una rosa roja,
Dile que cuando desandabas los caminos,
El olor de las flores silvestres
Te recordaron su ternura virginal.
Que las mariposas volando de flor en flor
Te recordaron cuando libre la conociste,
Y la convertiste en tu compañera,
Hasta que la muerte los separe.