Miro el celular y son las 7
y nuestro dulce romance se reduce a despedidas insatisfechas.
Mientras los besos de despedida son dulces y alocados ,
La desesperación emana de ellos un dulce veneno:
El veneno de no volverte a ver.
Son las 7 con un minuto
y tu partida es inminente
detenerte es impensable,
porque es luchar contra la corriente
Son las 7 con dos minutos,
mi corazón se esta apretando
al verte salir,
la suerte esta echada
y el veneno ya esta bebido.
Son las 7 con tres minutos
y me obligo a partir y dejarla caminando atrás,
se que cada vez cuesta volverla a ver, pero todo es posible
cuando miro el celular y son las 7 con cuatro minutos.