SI SE VA EL AMIGO
Cuando yo me vaya
quedará el silencio,
y tu mano extendida
no hallará la mía.
Cuando yo me vaya,
la alegría que esperas
no será.
Y no será por ti la poesía
ni será también la quimera.
Entonces una caricia faltará,
esa... la más tierna,
esa... la más sincera.
Aquella, la distancia,
otra vez vendrá,
y vendrá el sollozo
y la esperanza
con la soledad y la tristeza.
Cuando yo me vaya
quedará el silencio.
No habrá entonces
el juego del beso forzado,
no habrá flores
ni el beso intentado.
Y sola estarás creyendo
que aún hay amores
en los amores que se han marchado,
en los amores que estás perdiendo.
Soplará otra vez el viento
tan seco y dormido,
recordarás entonces
la suavidad y calor del aliento
que fue mío
en tu boca y en tu oído
y en un verso.
Y fue rápido mi amor
que no alcanzó esperar
que naciera el tuyo,
pretendiendo estar comprometido.
Y esa noche yo besé
tu beso confundido,
insistiendo te abracé
y fui también correspondido.
Cuando yo me vaya,
piensa...
que no podrás siquiera
intentar el beso,
que este amor bueno y confeso
se perderá en la quimera,
aun si es real,
aun si es tan necio.
Cuando yo me vaya
quedará el silencio,
y estarás más que ahora
sola.
Pero quedará el recuerdo,
otra vez el recuerdo,
cuando yo me vaya,
si es que me voy.
Cuando yo me vaya,
no sé si se irá tu firmeza
y también el amigo
que por tu amor reza,
el loco, el poeta, el bandido,
y no sé si se irá
como en tus ojos,
dibujándose lenta la lágrima
que se dibujó en nuestros ojos
hoy.
Cuando yo me vaya
te llevaré conmigo,
si es que me voy.
Cuando yo me vaya,
mírame con tus ojos cerrados,
que yo inventaré la mirada,
abrázame con tu pecho así apretado
y que se sienta que me amas
aunque tu amor sea dibujado
en la arena de la playa;
sin abrir tus ojos,
deja una caricia en tus labios
que se pose en mi boca,
y sé un poquito más loca
y besa como nunca has besado,
porque...
cuando yo me vaya,
quedará el silencio
y el amor dormido.
Cuando yo me vaya,
si es que me voy,
piénsalo...
¡y vente conmigo!
Derechos de autor reservados por J. Plinio López S. 2015.
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