Inocencia iba corriendo por el bosque,
inocencia no sabia lo que iba a pasar,
inocencia creía que todo iba a estar bien.
¡Inocencia, no pares de correr!
El lobo se disfrazó de príncipe encantador.
¡Inocencia, no hables con él!
Al lobo sólo le bastó segundos atraparla.
¡Corre Inocencia, corre!
Al lobo sólo le costo minutos en tomar su corazón,
lo tomó y lo rompió.
Las lágrimas de inocencia caían sobre su pecho.
Los gritos de inocencia nunca fueron escuchados.
El odio de inocencia creció.
Inocencia se rompió.
Inocencia se perdió.
Inocencia murió.