Te cobijo bajo la lluvia,
Y entre mis brazos,
Y el frío de la brisa,
Un poco de mí te abrazaría.
Eres vida bajo mi tierra fértil,
Y lucero andante sobre mi cielo azul,
Eres agua que calma mi anhelo,
Y pan simiente, sobre mi mesa servida.
Te pienso entre palabras,
Y una suave melodía,
Te trae a mi recuerdo;
Tú tibia mano enlazada con la mía,
Tu suave piel,
Rozándose con la nuestra.
Tu rostro,
Que no conoce reparos,
Se posa ligera y suavemente,
Sobre mi pecho latiente,
Y bajo la cobija de mis brazos,
Tu frágil cuerpo, dormido queda.
Es lo fértil de tu vida,
Lo que siembra en mi toda semilla,
Y entre lluvias de amanecida,
Tu suave piel,
Bajo la mía se cobija.
Me pregunto si sin ti,
Ni la lluvia de tu amor,
Mi vida fértil sería,
Y me respondo que sin ti,
Mi amor, no nacería.
Me quedo mirando al cielo,
Agradecido por esta lluvia,
Que te trajo hasta mí cuerpo,
Como promesa de vida,
En tierra infértil.