Emma Lores Matos

Conozco a ese hombre.

Conozco ese hombre llamado Jesús,
que vivió en el mundo como un mortal,
aunque no le vean mis ojos cansados,
se que Cristo vive en mi celeste hogar.


Conozco ese hombre que siendo Dios,
dejo allá los cielos la gloria eternal,
y en humilde establo nació cual humano
sin pompas ni brillo por su amor mostrar.

 

Conozco ese hombre que anduvo en la vida,
sin tener siquiera donde reposar,
siendo el dueño eterno del magno universo,
las puertas el hombre le quiso cerrar.


Conozco ese hombre que anduvo despacio,
con sonrisa pura y tierno mirar
viviendo en su carne el dolor de todos
para así librarnos del duro pecar.


Conozco a ese hombre que hablo en parábolas,
el simple lenguaje que entiende el mortal,
mostrándonos a todos la gloria del cielo
y el camino exacto para a el llegar.


Conozco a ese hombre que sano a los ciegos,
paro a los cojos de su muladar,
llevando en sus hombros las cargas del mundo,
sin ningún reproche en su triste andar.


Conozco a ese hombre que cargo una cruz,
la cruz que debía yo misma cargar,
siendo inocente llevo mi pecado,
y en penosa muerte me quiso salvar.


Conozco a ese hombre que venció la tumba
y al cielo sublime se fue a reinar,
con la gran promesa de un día en sus brazos
llevarme a su gloria con el a morar.


Conozco a ese hombre aunque no le he visto,
pero he sentido su amor sin igual,
aclara mis dudas, afirma mis pasos,
me ayuda a mis luchas poder soportar.


Conozco a ese hombre y quisiera yo,
que ningún ser le pueda ignorar,
pues es tan precioso tenerlo a tu lado,
y no me imagino sin el caminar.


Conozco a ese hombre y te lo presento,
ven a Jesucristo ya no tardes mas,
yo lo recomiendo con tanta confianza,
se que jamás nos va a defraudar.

 

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