Copa a copa rompió el hielo,
de sangre púrpura que bebió,
su cuerpo ya no obedece a razones
y de frescura se hizo rendir.
Acariciaron sus senos
y revolvieron su ser
su cuerpo no obedece
a lo que no quiere hacer.
Estuvo entre sus brazos
como muñeca de trapo la ha de ser
más no tuvo sus sinceros besos
ni el cálido abrazo de mujer.
No era ella, sino el amargo trago
que dejo que se fuera su conciencia otra vez,
al despertar no quiso ver,
lo que ocurría no era locura de piel,
era trago amargo con sabor a hiel.
Su cuerpo desnudo rozaba el suyo
y no supo alejarse de él.
Se perdió sin atajo
y violada en su querer,
su repulsión marcó el asco
pero ya era tarde para otra elección
el delito esta consumido
y ella no sabe que hacer,
su conciencia avanzo
y llegó a despertarla bien
Del macho poco se sabe
cumplió su instinto animal
de amor ni su madre,
se perdió en el manantial
Ella víctima del trago
aprendió su lección
sin embargo
a la fecha no a descansado
por ver al maldito en prisión.