Libre se escondió,
la luna en
el monte.
Dos fugitivos,
de la justicia
armaban
un pitillo.
Sonó un
silbato,
se miraron
entre sí.
Sabían,
que no habían
hecho nada
malo e
injustamente
estaban
hacía dos
años en prisión.
Sin dinero,
para defenderse,
ni nadie que,
quisiera
ayudarlos.
Se habían
largado a
la fuga.
Sabían que
sería corta
su libertad.
Pero una noche
bajo las estrellas,
les haría soportar,
lo que viniera de
ahí en más.