Inspirarme en el pasado es lo único que me queda de tu amor,
Volar entre los recuerdos en mi condenación,
No podría odiarte, en mi pecho aún queda la llama del amor,
Que como el fuego me consume y me mata de dolor.
Desearía que volvieras,
Para amarte una vez más,
Demostrarte que sí puedo con nuestro idillo continuar.
Dejar los miedos que me atan y correr, disfrutar.
Pero tu indolencia es amarga a mí existir,
Y los días que trascurren son mordaces para mí,
Solo espero que en tu imaginación viva una evocación, una nostalgia y una pena,
Que acompañen a mi ingrato corazón.