Existir, ser, estar
y mirarse al espejo cada día
creyendo en lo que refleja y no dudar
si esa mueca que es de susto o alegría.
Vivir, contar, cantar
en la ducha las coplas que quisiera
que te acerquen al pasado; y recordar
que es vivir lo que entonces él viviera.
Sentir, soñar, amar,
querer tocar el cielo con las manos
esperando ver que dios al despertar
te quiera a ti igual que a tus hermanos.
Y al viento contemplar
cómo acaricia y besa tus mejillas.
Y, sin verle, de su gesto disfrutar
y el olor de las lindas florecillas.
Andar y recortar
el tiempo de esta vida tan pequeño,
sabiendo que nuestro fin ha de llegar
dejando para el fin el mejor sueño.
Éste soy yo, un juglar,
un poeta subido en una nube
que disfruta en su atalaya al contemplar
como allí, lo que baja, siempre sube.