Yo soy como el morrocoy
que tiene su corazón de acero
para quienes lancen dardos envenenados
no traspasen mi corazón.
Soy cual cóndor que al volar en los majestuosos nevados
mira y divisa a sus enemigos para esquivarlos con astucia y sagacidad.
Yo soy como la calandria
que le gusta ser libre para cantar y volar
en busca de su ideal.
No quiero promesas rotas,
tampoco que me encierren en una jaula de oro,
ni casa de cristal, yo solo quiero libertad