POR LA ORILLA DE TU BOCA
Tengo locura por verte,
quiero explorar tu selva
y tu alameda florida,
y esconderme en tu cadera.
Te daría mis alboradas
y los reinos de la tierra,
si pudiese estar contigo
y ver tu maga pradera,
tus verdes pastizales
y sombra de tus palmeras,
y en tu desván y galería,
abrazarte en tu azotea.
Y mimarte en tu alcoba
entre los lechos de seda;
oh, luz bella y misteriosa
en esta cama de arena.
Y a mis gemidos que lloran
por tu amapola negra.
Eres mi fragata blanca
y la más linda corbeta,
y diosa cual mascarón
y yo de guardia en cubierta,
pues llevo rumbo de norte
y pienso arriar las velas,
tomar uvas de tu parra
y mieles de tus colmenas.
Y en esta isla que vemos
que tiene muchas palmeras,
quizás podamos morirnos,
sobre las blandas arenas
dando cristalinos besos
por tus frondosas sendas.
Por aquí están mi vida
las más hermosas estrellas,
y aquí quisiera adorarte
como la ostra a la perla,
dentro de nuestra locura,
la poetisa y el poeta.
Que es toda mi hermosura
y florida madreselva
tú mi querida SIBILA,
tu mi adorada muñeca
paloma de mis montañas,
amapola y azucena.
Ven gaviota mía que quiero
besar tus cejas, y quiero libar
tus labios y tu sedosa melena
y tus mejillas de pluma,
y tus pupilas morenas.
Tus blancas manos de espuma
y tus muñecas de avena.
Ven, TÚ oh, alondra mía
que en mi ya eres leyenda.
Vuela en los vientos del norte,
ven oh, mi dulce sirena
para besarte y morirnos...,
¡allí donde tu quieras!