A MAIZ
Por fín todo estaba dispuesto,
tu boca para apurar mis besos,
tu piel la llenaré de embelesos
y mi ser y cuerpo en ello puesto.
Entrambos daremos por manifiesto
que los sueños otrora presos
sueltos ya, correrán traviesos
por cimas y simas siempre presto.
Ávido me complaceré en tu figura
mis manos a grandes pasos
recorrerán tu ansiada natura.
Me reflejaré manso en tus ojazos
elevándome a una terrena altura
donde piernas y brazos serán lazos.
TE DEJÉ ENTRAR
Te fuiste adentrando en mi día a día,
abriste la puerta que estaba cerrada
y yo te dejé entrar sin decir nada
por que sabía que eras mi alegría.
Desde entonces te llamé mía
y salí a la batalla con yelmo y espada
a pelear por un futuro que cada
vez, más felíz me sonreía.
Y ahora que despierto
y te veo cada mañana
me parece que no es cierto,
respiro el aroma que emana
tu piel y en mis sentidos vierto
la magia que tu ser desgrana.