Sonidos estridentes
y una secuencia que se repite.
Gritas que no grite
gritando lo suficiente,
te colocas frente a frente
jugando al escondite.
Tus ojos como límite,
tu mano inocente,
tu ansia paciente
que con la mía musite.
Mis labios dimiten
ante tu presencia ausente,
tu sonrisa transparente
y el frío que emite.
Sin soportar que tirite
me acerco más, imprudente,
le doy amor inteligente
viendo como se derrite.
Poco a poco permite
el amor inconsciente,
la enfermedad ardiente
y que el rojo le agite.