Cuando contemplo mi vida, cuando en recuerdos me pierdo,
Tú apareces, vida mía, en cualquier espacio y tiempo;
Fueron aquellos momentos los mejores que he vivido,
Sin grises remordimientos y cargados de suspiros;
No eran placeres prohibidos, eran casi travesuras,
En nuestro mundo escondidos llenos de fe y de ternura;
Llenos de amor, aventuras, como dos niños pequeños
Siempre inventando locuras y realizando sueños;
Cuántas bellas emociones a tu lado yo viví
Esas gratas impresiones que dejaste por aquí:
Me dejaste tu sentir, te olvidaste de tus besos,
Esas ganas de vivir y esas pausas en el tiempo;
Guardo también el recuerdo de aquellas largas pláticas,
De esas ideas que llevo como sentencias sagradas;
También se quedó en el alma la tersura de tu cuerpo,
La promesa de un mañana que se convirtió en silencio;
Es por eso que hoy te entrego con un dejo de nostalgia
Esta locura que espero la disfrutes tú con calma,
Fuiste mi última esperanza, me llenaste de alegría
Y dondequiera que vaya tú serás mi compañía…