CARTAS PERFUMADAS
Soy capaz de escribir cartas perfumadas
con perfume del aire que se mueve en el mar.
Una carta que huela a mi amor vehemente
y oliendo mi perfume la puedas encontrar.
Una carta que lleve un perfume de ausencia,
de las flores silvestres que huelen a pesar,
que cuando tú la leas presientas que te beso
o que tú me acaricias y me vuelvas a amar.
Si un día esa carta no llega a su destino
quisiera no tenerla, que no regrese más
y si vuelve a mis manos, olería su perfume
y me iría con ella a morir en el mar.
Anahilda Garcia