Hoy su orilla huele a ausencia,
la brisa lleva mil ecos de adios,
el mar le duele y deja cicatrices
al adherirse a la suave y fina piel...
Su mirada quedo sumergida en el horizonte
a la dulce espera de que regrese la ilusión
y aquel marinero quien supo anclarse
en su alma y despertar su solitario corazón...
Él no pudo detener su agitado viaje
ni comprenderle, ni esperarle,
ella no pudo apartar sus miedos y dudas
para embarcarse y seguirle...
Cosas de la vida
enamoramiento e historias de mar
idas y vueltas de amoríos
cuando las palabras y la razón sobran
y se acalla la piel, el deseo y la pasión...
ESMERALDA