Soy prisionera de tus recuerdos
a pesar que estos me hirieron el corazón
no estas y te espero
pero mi orgullo
y mi dolor no me permiten llamarte.
Soy un ave enjaulada en la angustia y el deseo
trinando el llanto de tu adiós
Mi fortaleza es mi respeto
claro augurio de tu clamor.
No existo,
a pesar de flamear en aire
el perfume fresco de mi ser
más tu lo ignoras.
Me encierro sin candado a mí,
y te añoro por lo que por ti sentí
fuego, pasión y deseo
sólo cuerpo, sólo instinto salvaje
hoy, brasas en extinción.
Soy agua fresca que se derrama
en manantial nuevo.
No quiero detenerme
quiero líberarme de tu recuerdo
y no regresar al dolor
por amor a mi ser
y vivir nuevamente en armonía
líberarme del dolor y volver a tener fe.