Alba mía que al ver luz se despereza
de repente con gesto indiferente,
avanzando su paso sobre el puente
de metal que he construido pieza a pieza.
El viento entre los álamos bosteza
y se cae el amor aquí en la mente,
se lo lleva, cual lirio en la corriente
de ese río que en alma se tropieza.
Es verdad cuanto pienso ese letargo
provocado en la ausencia de ese beso
que provoca un sosiego tanto largo,
Y en sublime paz esos dos andantes
por un sueño de azul y verde mar
perpetúan la noche, navegantes.