Ansiedad
En la lúgubre noche
mi corazón palpita,
y mi alma aún se esconde
no descansa tranquila,
la ansiedad la corrompe.
Sintiendo la muerte
detrás de la oreja
en silencio sufro
esta vil condena.
!Ansiedad por Dios vete!,
te grito con vehemencia
que mi vida se muere,
tu malvada presencia
día a día me hiere.
Pero no me dejas
soy tu fiel esclavo,
en la noche oscura...
¡O muerte o engaño!