Injusticia, que en fuego envuelves
todo lo que a tu paso te estorba
y en carreta transitas
como suave hoja de afeitar
sobre los caminos de la verdad.
¡Ay de aquel que sea osado,
de estar contra ti!
Como verdugo implacable
dejas caer tu espada sobre él
y trastocas el corazón endeble.
Injusticia,
que aromatizada de crueldad
atropellas con brutalidad
el grandioso jardín de la vida,
al que oprimes con rabia
y extraes de su flor la semilla.
La semilla que echada al aire
cae en tierra fértil para que brote
la pusilánime nata de dolor y soberbia,
que es tu característica.
Injusticia, que de lamento en lamento
arrancas del universo
los bellos pétalos de la vida:
caridad,compasión, piedad y humanidad,
que conjuntadas se vuelven esa flor
hermosa que se llama amor.
Injusticia, ¡muerde tus labios!,
para que con un balde lleno de respeto,
apagues el fuego
y tus cenizas jamás sean removidas
del seductor cofre de la muerte.