Un beso que contagia
la locura perfecta del día
la realidad indiscreta
de mostrarnos tal cual somos
sin eso voz para fingir
sin las excusas que siempre promulgamos.
Pero tu en el momento preciso
apareces como una luz
en el vicio de mi alma
completando el todo
bebiendo ilusiones
que solo de adolescente imaginaba.
Contagias tu alma
pequeña de tez blanca
amante digna del sexo
feliz entero al abrazarte.