ATARDECER OTOÑAL
Mi espíritu se agita emocionado,
cuando lento..., cual caricia,
llega el atardecer.
Es un bálsamo que desprende aromas
de ilusiones que colman el alma,
con la belleza que regala la tierra...,
me dejo llevar cuando el sol cae
y el viento me alza mecida en los árboles
vestidos de ocres, rojos y amarillos,
para que observe los nidos vacíos;
mientras una bandada de teros
alborotan el horizonte con el eco de sus gritos.
Me estremezco con el boato que adorna la vida,
cuando las sombras trepan los muros;
se encienden las farolas, en las calles desiertas,
balanceándose con las brisas frías que arriban.
Aspiro con fruición el aire y respiro,
el sol se despide rompiéndose en reflejos
y una luna plateada se derrama
en una bella noche estrellada.