A veces, si me acuerdo
De escribirte
Algunos versos
Que te pondrían contento,
Los escribiría ya
Hablándote de recuerdos
Con momentos vividos
Como si fueran tesoros
De algún pirata atrevido.
A veces quisiera
Escribirte cosas
Inteligentes, bonitas,
Concisas y graciosas,
Pero no lo hago
Porque así no crecen
Dentro de mi musa.
Mis versos son libres,
Crudos y profanos,
Sin la majestad
Del verso pensado
Con control medido
Antes de escribirlos
Con mucho cuidado.
Los quiero simplotes
Sinceros, paisanos,
Sin tener el vuelo
O la inspiración
De un canto herculino
Que se hace cansancio.
No quiero que digan
Cosas rebuscadas,
Se escriben al momento
Sin pensar en nada
Ya que cuando llegan
Se van por la mañana
Si no puedo escribirlos
Cuando estoy desvelada.
Los encuentro a veces
En la bañadera,
En el patio, en el piso,
Y aparecen siempre
Sin pedir permiso
Para mi alegría,
Llena de nostalgias.
Se van cristalizando
Corriendo al latido
Del viento y del río,
La pluma en mi mano
Y un deseo ardiente
De ver lo que pasa
Dentro de mi mente
Buscando un respiro
Cuando estás ausente.
El sol se levanta
Al llegar el alba
Y la lluvia viene, cae
Y me despierta
Mientras que estoy sola
Con un miedo atroz,
De congojas raras
Que no tienen voz.
Y me voy muy lejos
Juntando las hojas
Escritas
En la madrugada
Sin encontrar sentido
A tanta palabra.