De Sangre de luna fui embriagado
una noche de San Juan,
de dos lunas bebí con furia
entre campanas rotas;
¡Oh ardientes fluídos
de lunas vírgenes!.
La pasión pujaba en su agonía
a mi alma sobre cuerdas de plata;
¡Oh la cruz que me enceguece!
¡Oh las rosas deshojadas!