Esteban Mario Couceyro

Un poema de letras redondas

En bocas calladas se leen dentro
pues mis manos lo abandonaron
desheredado de recuerdos y olvidos
pues en sus palabras herméticas van
las miradas gastadas
en los insondables límites de la nada
de tu mirada
de mis manos descontroladas
en la lluvia de madrugada
con gritos
opacos gritos y sirenas
de la ciudad, que no duerme
en rutinas oscuras
haciendo el amanecer
que saca el miedo.