VICTOR BUSTOS SOLA

ERAN TIEMPOS DE OTOÑO

Nada me queda de ti,
solo un hermoso recuerdo,

que preñó mi alma de amor,
pasaste como una estrella fugaz,
como la más bella primavera soñada,
llegaste en tiempos de otoño,
de amor prohibido,

y marchitos deseos,
como hojas secas,
llevadas por el viento,
abriste las puertas,

de mi dormido corazón,
y lo embriagaste de amor,

descuidada vida sin saberlo,

eran tiempos de otoño,
yo sentía tu calor,

apasionado sol,
delicioso regreso del amor,
lumbrera de mi alma,
tentadora piel para gozarla,

aromas de amor traías,
y no fuiste mía,
nunca fuiste mía,

yo creía ser tu dueño,
vana pretensión,
mujer de amor prohibido,
tonta ilusión hoy reconocida,

te siento tan lejana,
que mi vida ya tiene invierno,
quizás en otra primavera,
tenga todo de ti.

Víctor Bustos Solavagione