En el campo de mi vida había un rincón sin labrar
los cuatro matojos que había no me servían de na’,
llegaste un día y te colaste en el campo de mi vida
lo sembraste de semillas de ilusión y de alegría,
empezaste por preocuparte y que prendieran en él
regándolas con cariño cada nuevo AMANECER,
mezclados con ilusión, hermosa y bella fantasía
fueron brotando enseguida esos tallos de alegría,
y ese campo de mi vida se convirtió en un placer
soñando en tu fiel compañía del alba al anochecer,
aquella tarde a tu lado ví que rompieron a florecer
y viendo brotar esos tallos pude sentir estremecer,
un terreno sin labrar había en el campo de mi vida
hoy brotan miles de ilusiones y alegrías sin medida,
que han convertido ese campo en un lindo paraíso
donde brota cada instante el amor sin compromiso,
había en el campo de mi vida un terreno sin labrar
mas tus semillas de amor consiguieron
GERMINAR.
SSM. 24-04-2015.