Con la copa en mi mano
y con la tuya en el vino…
cayó una gota en tu cuerpo
reías con tu pelo desordenado
mientras mis labios
su huella bebían …
Busqué un pincel
untando en vino
pinté tus deseos
con estilo fino…
Las aguas y sus rumores
me hablaban de tus amores
y del vino…
Tu cuerpo era una estatua
fría… pero mía…
Pero quien talló el mármol
en su mente tenía,
una cruel y salvaje fantasía.
Brindemos con vino
esta amarga despedida,
déjame un puñado de tus fríos
y déjame la botella… aún vacía.