Al dios que mueve los grandes mares
Desde lo más profundo.
Al dios que pide la humilde doncella
Para dar la lluvia a los cultivos.
Al dios que en diálogos con la lluvia
Se han planeado desvirgarla en pleno rito…
En esos lagos donde aun convidas
Conviven los grandes reinos que se han perdido;
Los de Miraflores, los de Apoyo,
Que se han ocultado bajo tu protección en las aguas.
A ese dios le rindo culto,
Al que es el grande de las calamidades.
Sos todo y Sos nada,
Sos el miedo encarnado en la doncella perdida,
En la ovejita pura que mi pueblo entregaba.
Tu reino se expande desde el Coco al Escondido,
Desde Apanás hasta Ometepe,
En las lagunas que se han perdido
Han quedado escondidos bajo el dios del tiempo
Aquellos serviles animales que manejabas.
En el transcurso del tiempo otros nombres te has fingido
Pero en esencia Sos el mismo cuento.
El mismo mito que se ha reivindicado
En otras doncellas que se han desperdiciado.
01 de febrero del 2013