Misterioso canto que en el bosque arrulla,
Las copas de los arboles en mudo encantamiento,
Escucho de las voces el murmullo
Y su coro me absorbe el pensamiento.
Silencioso manantial que corres limpio,
Llenando las montañas de misterio,
¿acaso en tus orillas se han perdido,
Miles de ensueños en tu eden desierto?
Nubes que pasan caprichosamente,
Poblando el cielo azul de blancos copos,
¿Por qué en invierno parecen desolados
Negros girones llevados por el viento?
Estrellas infinitas, regadas en el cielo,
Luciérnagas brillantes, que alumbran en silencio,
¿de donde habeis venido llenando el firmamento,
Acaso de otros mundos, lejanos e inciertos.?
Aurora matutina que opacas las tinieblas,
Llenando las mañanas de luz inmaterial,
¿Provienes de otros lares, perdidos en la nada,
O acaso de lejano paraíso celestial?
Noche que llegas, sumiéndonos en sombras,
Obscuridad arcana, reinante majestad,
Señora de la muerte que ocultas la verdad,
En tus penumbras dejo mi angustia y soledad.
Soberbio acantilado, abismo terrenal,
Creado cual muralla deteniendo al mar,
¿si algún dia te llegara, en su furia a llevar,
Que seria de nosotros, insignificante mortal?
Montañas altivas, que desde tu cima miráis,
El paso de las edades sin que en ti, mella alguna hará
¿Qué historias podrías contarnos,
Si te decidieras a hablar?
Volcán candente que os revolvéis furioso,
Destruyendo con tu lava, la vida a tu alrededor,
¿Por qué asolas asi al mundo,
Llenándolo de pavor?
Todo es confusión y caos, todo es desolación,
Solo hay muerte y pesadumbre, vivimos en el pavor,
Tragedia tras de tragedia, siempre la misma canción,
Reinando la sombra oculta, con su ministro el dolor.