No recuerdo bien el día exacto que llegaste,
sé que era una tarde cálida de verano.
Tus ojítos asustados y una carita de chucho
se perdían entre mis rústicas manos,
desde ese instante supe que vos y yo nos necésitabamos.
Desde aquel día ya pasaron años, te as puesto vieja, gruñona,
compañera y amorosa....
no recuerdo un solo atardecer sín tu firme compañía,
con un gesto de cariño buscando mi mano te perdías.
jamás un reproche, jamás un desplante,
y lo entendías todo con solo mirarme.
Te miró y me pregunto cuándo será el momento?
cuándo vas a dejarme?
me querés como yo te quiero? mi negra linda
que dificíl va ser dejarte.