Oyendo a Luís Miguel
y de un vino joven
son tragos de hiel
que \"contigo aprendí\"
cala en mi piel.
De testigo, la luna,
de esta mi angustia
que deja amargura,
sorbo a sorbo,
recuerdo de tu cintura.
Nostalgia que despacio,
en esta ciudad vacía,
agranda tu espacio,
y mi tristeza lasciva
deja restos de naufragio.
Mi esqueleto yacía
en una yerma cama
en esta ciudad vacía
de un gris semblante.
¡¡Que pena la mía!!