Donaciano Bueno

Charca

Ayer paseando miré a tu acequia,

estaba triste,

sus aguas cenagosas,

antaño claras, límpias y olorosas,

ahora de putrefacción se visten.

De tus sueños ya queda la entelequia

de aquellos que en sobrevivir insisten,

ninguno te acaricia ni desviste.

Y tu escenario,

al cruel paso del tiempo no resiste

pues nadie ya contigo es solidario.

Casi laguna, acequia, ahora charca,

tus sueños y esperanzas de ser mar

se han perdido en tu incierto caminar

o entre alcanfor guardados en el arca.

Hasta las ranas te han abandonado,

pues ahora ya a tu lado

sólo queda dolor y desconsuelo.

Trágico hoy hasta el duelo

entre sombras se ausenta ensimismado.

Tus ojos dolorosos, desprendidos,

atónitos de afanes escondidos,

lágrimas lloran con olor a muerto

en nombre de un futuro tan incierto

escaso para vivir ya de motivos.