Por la vereda una mujer hermosa,
Por la vereda se me presentó;
Yo la miré, ella también me miró,
Fue una visión real y esplendorosa;
Y de repente me dijo una cosa
Ya no recuerdo lo que ella me habló,
La contemplaba, luego se escapó
Sin comprender esa voz misteriosa;
Hoy que paseo por esa vereda,
Hallarla espero por una vez más
Pero esperándola, mi alma se queda
Pues no volvió ella ya nunca jamás:
Hoy ya cansado de esta eterna espera,
Llega la parca: -¿también me amarás?