En el otoño de mi vida
llegaste tú con tu alegría
despertando en mi mente
una sensación desconocida.
Me volví como una niña
y al descubierto te dejé el alma mía.
Te conté todos mis secretos,
y entusiasmada cumplí todos mis retos.
Hermosa experiencia vivimos juntos
compartiendo mil momentos de locura
yo desnudándome ante tus ojos
y tú complaciente mirando sin mesura.
D.R. ELIZABETH ALEJANDRA CASTILLO MARTINEZ.
T