Aguas indomables, cascadas infernales
Aunque sea la preciosa naturaleza
Son muchas aguas perdidas, e insaciables
Qué maravilla nos regala, nuestra mirada
Que paraíso que fluye entre corrientes,
Imágenes que graba nuestra retina
En su película, entre las pupilas radiantes
Horizonte de impresionante de agua cristalina,
Arrollan la piedra, desarman tierras salvajes
Pero es una preciosidad, para el ojo y su retina
Mundos de otros continentes divergentes,
Ríos de aguas salvajes, que el hombre no domina
Y yo sigo mirando tan bellas vertientes,
Miro obsesionado por este torrente, de agua divina
¿Dónde empiezan, estos preciosos manantiales?
¿Y dónde se amansa, esta inquietante riada?
Quisiera nadar en estos lindos manantiales,
Pero me ahogaría entre penas, de agua perdida
Por esto admiro, este torrente insaciable,
Rio, o manantial, de estampa, encantada,
Que has despertado en mí, un sentido admirable.
¡Preciosa riada, entre ríos de maravilla, que despiertan en mí, una salvaje sintonía!
Modesto Ruiz Martínez / 26/04/2015