LA LLUVIA GOLPEABA
MI ALMA DE NÁCAR
Y DE MIS OJOS BROTABAN
PEQUEÑAS LÁGRIMAS
DURAS, CASI ACERADAS...
Y TUS TIERNAS CARICIAS
BORRABAN
DE MI CORAZÓN DE HIERRO,
LA HERIDA...
TRISTE CICATRIZ
QUE A SANGRAR SE NEGABA.
LA LLUVIA SE LLEVA EL DOLOR
QUE TUS BESOS
DE MI CORAZÓN ARRANCAN
AGUA FRESCA
SE DESLIZA POR MI MEJILLA,
EN LA NOCHE DE MI ALMA.