El afecto es la fuerza tangible de un vínculo invisible
No necesariamente reciproco que se da entre las personas
Puede trasmutar el olvido encapsulado en cristales de tiempo
Con rasgo de silencio, como gotas de rocío
Es beber con la mirada del mar, en un cielo azul-violeta y rosa
Desdibujar en lejanía, la silueta solitaria de un ave que escudriña en el vacío
Y el recuerdo se sumerge en frondosa cabellera de indómito azabache
Aquella, que alguna trenza apenas puede contener
Afecto es encontrar en la mirada de tan inquietos ojos
A la hermosa criatura vestida de primavera de sonrisa vacilante
Aquella quien te hace vestir de bufón, desprenderte de ti mismo
Y te vuelve transparente como suave brisa pasajera
Afecto son las huellas en la arena, que las aguas del tiempo no saben borrar
Es quien te mira de lejos sonriendo con tus labios y llora por tus penas sin decir una palabra
Es quien lleva entre sus brazos a tus pequeños pasos cuando solías caer
Es hacerte compañía cercanamente distante desde un corazón sencillo
Afecto son estas palabras, que se echarán a morir de olvido cuando las desnuden tus ojos
Cual pétalos de margaritas en una tarde de verano, como la tenue tinta de un viejo poema
Como ese lugar infinito a donde viajan las palabras que nunca llegan a decirse
Con todo mi afecto, desde la cima de mis versos.
Askier, abril 2015.