ESPADAS DE MADERA
A lomos de caballos inventados
provistos con espadas de madera,
no había mal nacido que pudiera
vencer a dos intrépidos soldados.
Al poco fuimos seres derrotados
luchando cada cual a su manera,
de toda nuestra vida aventurera
no quedan más que trozos mal contados.
Es duro batallar sin esperanza;
si juega el enemigo con tu suerte
inclina impunemente la balanza.
A lomos de un caballo bravo y fuerte
te sigo viendo pleno de bonanza
gritando con tu espada... ¡–hasta la muerte!.