Entre dos fuegos
Si el amor hablara tanto como las lenguas hablan,
no habría lugar para la hipocresía.
Hoy espero poder calmar mi ira... ¡lo necesito!
Poder calmarla con poesía.
¿A dónde irán esos ciegos ojos,
que ya no ven de tanta neblina?
tan solo siguen el mismo camino,
donde los guían como ovejitas.
Son tan distintos y son iguales,
están seguros de lo que no debían,
mucho cuidado... Palabras vuelven,
y con el viento lo que no querían.
En toda guerra siempre hay dos bandos,
detrás de ellos sus intereses,
no por quien cae en el suelo en vano,
queriendo paz de forma inocente.
Hoy el orgullo es muy poderoso,
tan poderoso que contamina,
hiriendo al hombre que yace mudo,
gritó hasta el alma a quien nunca oía.
Él no está ciego igual que los otros,
tiene ventaja porque comprende,
que quien no ve, es quien lo sabe todo,
y el que no sabe, quien ve y aprende.
Donde hay latido siempre habrá esperanza,
y donde hay amor, fuerza divina,
que alentará a seguir luchando,
entre dos fuegos que lo lastiman.