Aprendí a besar de tus labios,
Aún sin ser ellos,
El rozar de mi primer beso;
Y comprendí de ti, que percibir aromas
Como el aliento tibio de tu boca,
Marcarían de por vida,
Mi amor por tus recuerdos.
Aprendí a tu lado,
A dar mis primeros pasos,
A pesar de haber andado ya,
Por senderos cansados, y ahogados;
Y comprendí de ti entonces,
Que el solo hecho de a tu lado haber andado,
Encenderían por siempre,
La lumbrera de mi amor,
Por aquel sendero apagado.
Aprendí que en tu piel,
Cualquier aroma es un perfume,
Y comprendí de ti que hasta las flores,
Solo llenan la fragancia,
Que en ellas cultivaste.
Aprendí de ti,
Que las risas y las lágrimas,
Son parte de una historia,
Y que las líneas en ella escritas,
Solo son pasajes,
De tu vida en mi memoria.
Aprendí que sin tu amor,
La vida no tiene sentido,
Y comprendí entonces que a tu lado,
Mi vida halló un mejor destino.
Aprendí de ti,
Que decir “cuanto te amo”
Es lo mejor que me ha pasado,
Y comprendí de mi, que un nuevo día,
Suele ser mejor,
Si amaneces a mi lado.
Aprendiendo de ti… cada cosa… cada día…