Hoy he vivido un episodio infernal de mi hijo,
Hemos necesitado a los servicios de médico del 112
Y a cinco policías y aun así no lo han controlado,
Le han puesto dos inyecciones para calmarlo…
Y aun así seguía pegándole a mi mujer fuerte,
No podíamos hacer nada todos corriendo
Detrás de él, para que no tirara el ordenador y la tele
Han sido dos horas y pico para contenerlo…
Pero en ese tiempo quería morirme, dejar de asistir
Es tan dura la vida en ciertos momentos, que te quieres ir
Desaparecer del mundo, los cinco policías no podían con el
Una fuerza incontrolable dominaba, todo su pensar y vivir…
Mi mujer llena de palos en el hombro y las costillas
Y yo no podía con él, hemos llamado a los servicios médicos
Le han puesto dos inyecciones Y como he dicho y ni con esas,
No le deseo a nadie pasar lo que hemos pasado, los dos…
Un huracán de tortura en la isla de mí comedor y pasillos,
Mi hijo corriendo de un lado para otro muy incontrolado
Y si nos acercábamos a él con una fuerza descontrolada,
Nos pegaba ¡Dios mío! el pobre es Autista profundo…
Y nunca le había dado una crisis así tan fuerte y maligna
Un demonio vivo, lleno de furia y desconsuelo,
Nada calmaba sus atropellos, en su cabeza endiablada
Y los llantos internos míos y la impotencia eran, inmensos…
¿Dios mío, porque le ha pasado este episodio de locura?
Es algo indigno de superar, viendo a un hijo lleno de locuras,
Solo le pido al Señor, que cuide esta agresiva tortura,
Que esta tarde hemos vivido, mi mujer y yo, con fisura.
¡Las dos horas que hemos pasado mi Mujer mi hijo y yo, ha sido un antes y un después, en nuestras vidas!
Modesto Ruiz Martínez / lunes, 28 de abril de 2015