Mi música hoy sufre una herida de muerte
el verso; yo no se porque se me ha escondido,
y me siento: solo, ansioso ¡ estoy perdido !.
No busqué este castigo, ésta mi vil suerte.
La vida se ensaña conmigo muy fuerte,
elevó mi olivo y en vuelo lo ha partido
sin razón ni motivo mi verso se ha ido,
será que mi musa ya me dejó inerte.
Qué no se enamore de tí una musa
no escuchan razones, pronto se enfurecen
pierde la cabeza, se vuelve una medusa.
Te aman pero sino eres suyo le escuecen,
sin ella mi letra su gran falta acusa
veo como mis versos sólo perecen.
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.