Queda la ceniza del cigarro
Al final del túnel de la boca
Perfumada de vainilla y cacao
En un beso sin dueño sin final
La feria ha terminado el día
El domingo ya no es igual
Dejo la música inocente, fría
La infancia sin dueño, sin final.
La cama todavía es tibia
Bajo el sol cansado
Detrás de una nube turbia
Los suspiros, los juguetes atrás
Por los teclados reemplazados
Adiós a la niñez, a la dicha falaz