yo tenia una cabrita
en mi corral bien cuidada,
núnca le faltaba nada
por ella me preocupaba
pa´mantenerla a lo bien,
la sal núnca le falto
ni agua cuando tubo sed.
Mantenía siempre bonita,
las demás la admiraban
por su porte y elegancia
de respeto ella gozaba,
en el establo la envidiaban
por todo lo que tenía
pero algo le pasó
por soltarla cierto día.
La sólte en el camino
para ver ella que hacía
de lejos la seguí obserbando
pendiente permanecía.
Al principio estúbo inquieta
como queriendo volver,
buscaba entonces la puerta
más no se pudo meter.
Ahora he querido que vuelva
púes veo que me hace falta
se me ha ido muy lejos
se la pasa salta y salta
se ha acostumbrado a ser libre¨
ahora no quiere volver
aunque aguanta sed y hambre
de corral no quiere saber.
La llamo de muchas formas
le doy agua sal y miel
la consiento mas ahora
le toco suave su piel.
Le he hecho ver lo que se pierde
por no estar a mi cuidado,
pero ha conocido la libertad
y de mi ya se ha olvidado