Reflejo tus ojos en la extensa lejanía entre cocoteros frondosos
y el rugido acelerado del mar planchando la estirada arena fluyendo con vientos,
refrescando tus huellas formadas en un angosto camino al amor cercano
entre bosques y cielo en donde me gritaste con furia ¡ Te amo!
Los momentos de soledad los perfeccionamos entre el cielo y su sol
para solo meditar con abrazos cálidos y suaves sobre nuestras almas,
conteniendo nuestros suspiros surgidos de las alegrías ocultas entre besos
de mujer apasionada envuelta con las zalamerías escritas de la vida y el amor.
El ocaso se extiende entre reflejos azulados del horizonte
convirtiendo nuestro deseo en verdades escritas con canciones de amores,
para solo entregarme tus pasiones dulces eclipsadas con el choque de
dos bocas que succionan sus jugos de vida envueltos en pasiones tiernas de amor.
RIVAS JOSE.