El tiempo cual margarita
Va deshojando etapas,
Y en el vaivén de los días
No da respiro jamás,
Su meta es ir adelante
Sin paradas ni descanso,
Siento el paso de los años
El joven…quedó atrás.
VÍ cosas lindas de veras
Y otras que son de olvidar,
Quise mucho y me quisieron
Y por injusticias lloré,
Me subí a muchas promesas
Que terminaron fallando,
Con todo hice un paquete
Y en mi alma…lo anidé.
Siempre fui un caminante
Que a mi paso iba dejando,
Un puñado de esperanzas
Y sembrando mucho amor,
Más también vi en mi periplo
Mucho hambre y gran pobreza,
Y hombres con mucha soberbia
Convencidos…que eran Dios.
A veces en mis delirios
De místico empedernido,
Mirando hacia lo alto
Pedí perdón por flaquear,
Me vence la intolerancia
De los mediocres de siempre,
Que no dejan ver lo bueno
Que el cielo…nos suele mandar.
Pero el balance no es malo
Si nos deja una enseñanza,
Entre las buenas y malas
Algo valioso ha de quedar,
Y cuando llegue la hora
De dar el último aliento,
He de dejar una huella
Muy difícil…de borrar.
En la tumba del olvido
Dejé un ramo de ilusiones,
Por las cosas que he logrado
Y por las que nunca se harán,
Llevaré entre mis afectos
Esos besos femeninos,
Y el amor que me brindaron
Esas santas…de verdad.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)