Nunca te juzgaré porque te quiero y tu
amor sin voluntad me deja.
Ven amor mío y deseo para llevarte al cielo y
que te juzgue Dios porque yo no puedo.
Ven no tengas miedo que seré tu consuelo si
al infierno vas porque de verdad te quiero.
Ven mujer, para arder en el fuego, que sin ti
en el frío invierno de tu olvido muero.
Rafael Pablo